Esta señora cada día va caminando paso a paso, muy despacio, apoyándose en su bastón de madera, yendo a cumplir su labor diaria, siempre muy simpática, saludando y sonriendo a quien pasa por su lado, ella se siente útil a la vida y eso, pienso yo, le da más vida.
Y muchos nos quejamos por una u otra razón sin medir consecuencias en nuestras quejas, hace poco hice una referencia de la queja, porque también de algún modo me quejo sin pensar que muchos están como esa señora, pero muchos más, están en una mejor condición, en una mejor posición, con la ventaja a su favor para hacer de este mundo un lugar mejor.
Al final no importa de dónde venimos y hacia dónde vamos sobre el camino de la vida, lo que importa es la voluntad de vivir con agrado y agradando a los demás, ejemplificando la bondad en la práctica, no importa qué tan rápido o tan lento, pero sí dando un paso a la vez.
Hilos y huellas 