Devaluación

La devaluación no es del bolívar como moneda, la devaluación que existe en mi país es del mismo ciudadano, cuando nos topamos con un ente que no tiene principios de servicio al público, no tiene respeto a quien acude a dicho ente, ahí se devalúa al ciudadano, la moneda es otra cosa muy lejana al tema real de lo que vivimos a diario y sobre todo, a la devaluación.

Y es que cuando en la calle observamos a alguien que tira un simple papel al suelo lejos de una papelera, ahí nos devaluamos, cuando alguien cruza un semáforo con luz roja encendida, cuando permitimos que nos ofendan tratándonos mal en lugares que tienen procesos obsoletos de atención al público o simplemente en un microbús nos agrede el conductor obligándonos entrar hasta el fondo porque en las escaleras de la unidad no cabe más nadie, o cuando se crean sistemas de transporte que denominan: “perreras”.

Es así como se devalúa un país, su gente y todo lo que significa ser país, cuando miramos que una noticia de asesinato es normal y nadie dice más que: “otro más…”, pero nos afiliamos a los responsables de todo, porque nos vemos al espejo y nos arreglamos para el día, porque le damos la mano a quien nos dice: “entregaremos 1000 casas en un mes…”.

Cuando ignoramos que la industria decae a su punto más crítico, el orgullo del país se desploma poco a poco, estamos bien, pero vamos mal, así seguimos y mantenemos el discurso autómata preparado por quienes hacen ver una realidad a quienes sienten que sí está pasando, pero cuando tomen la píldora, la que les haga despertar, verán que todo es sombra en tinieblas, así está pasando.